Amenazas para aves playeras

Malas prácticas en actividades recreativas y turísticas como cabalgatas en playas y humedales, limpiezas de playas en temporadas de nidificación, paseo de perros (sueltos o con correa) en zonas críticas, pesca, camping y deportes como el kitesurf, entre otros, provocan que las aves playeras deban competir por espacios o desplazarse hacia sitios donde la intervención humana es menor.
La expansión urbana y el desarrollo inmobiliario sobre sitios de importancia para aves playeras causan diversos impactos para este grupo de especies, como la fragmentación, degradación o pérdida de hábitat, el incremento de perturbaciones humanas y una mayor competencia por zonas de descanso, alimentación o reproducción.
El tránsito de vehículos motorizados en zonas no habilitadas para ello, como playas, dunas y humedales, afecta de manera severa a las aves playeras y sus hábitats. Las especies migratorias requieren zonas de descanso y alimentación adecuadas para cumplir sus requerimientos energéticos, mientras que especies residentes hacen uso de estas áreas además para su reproducción. Las motos y vehículos como camionetas, jeeps y otros afectan de manera directa a las aves a través del atropello de individuos adultos, crías o huevos, generando reducción significativa del éxito reproductivo. Asimismo, existen impactos indirectos sobre las aves playeras ya que huyen y abandonan los sitios perturbados por vehículos, gastando energía y reduciendo el tiempo destinado a otras actividades esenciales como la incubación, la alimentación o el descanso.
La contaminación ocurre usualmente a causa de la inadecuada gestión de los desechos producidos por actividades humanas, como aguas residuales, residuos domésticos, efluentes industriales y agrícolas, emisiones de gases, entre otros. Diversas especies de aves playeras migran grandes distancias anualmente, enfrentando posibilidades de exposición a contaminantes en sitios de parada, los cuales deben mantener una adecuada calidad ambiental para cumplir con sus requerimientos y ciclos biológicos. Asimismo, se reconoce la amenaza de la contaminación lumínica y el riesgo de derrames de hidrocarburos.
Perros de vida libre y perros que pasean con sus dueños en áreas naturales representan una amenaza ampliamente extendida en el territorio nacional. La presencia de perros genera impactos negativos en las aves playeras debido a la depredación de huevos y polluelos y la persecución u hostigamiento durante los periodos de incubación, alimentación y descanso. Los perros provocan interrupciones generalizadas y frecuentes a las actividades diarias de las aves, lo que conduce a costos energéticos significativos y en Sudamérica se describe como un problema creciente.
La minería metálica y no metálica extrae recursos de la tierra a través de procesos que pueden causar impactos ambientales como cambios en la superficie del terreno, deforestación, erosión de suelos, contaminación por metales pesados y acidificación, alteraciones en la dinámica fluvial, aumento en tasas de sedimentación, pérdida de masas de agua por ocupación de lagos, embalses, bahías, pérdida de masas de glaciares, entre otros.
El sector agropecuario incluye actividades asociadas a la producción de insumos y productos agrícolas y pecuarios. La creciente demanda por alimentos y provisión de recursos de estos sectores aumenta la presión sobre los sistemas naturales debido al uso intensivo de agua y suelo. Además. provocan alteración de la composición, estructura y vigor de la vegetación; compactación y erosión del suelo; disminución de la calidad y cantidad de agua a causa de canalizaciones y del vertimiento de efluentes; aumento de sedimentación y eliminación de vegetación; y alteraciones a la fauna.
La acuicultura es una actividad productiva que involucra el cultivo de organismos como peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas. Algunas especies de aves tienden a evitar las áreas destinadas a este tipo de producción, en comparación con los planos intermareales abiertos sin intervención. Entre los efectos negativos que puede generar la industria acuícola para las aves playeras se encuentra el desplazamiento de sus sitios de alimentación, alteración o contaminación de fuentes de alimento, y perturbación por ruido y transporte.
Las aves playeras y los hábitats de los cuales dependen están expuestos a la presencia de diversas EEI en Chile. Los potenciales impactos ocasionados por EEI son la reducción del hábitat disponible, perturbación, depredación y modificación en la dinámica de las cadenas tróficas.
El desarrollo humano requiere de la sostenida producción de energía, y durante los últimos años en Chile gran parte se ha materializado a partir de energías renovables no convencionales (ERNC), en particular, energía eólica. Los parques eólicos utilizan el viento para producir energía y se ha documentado que causan mortalidad en grupos de fauna a través de la colisión con turbinas.
Las aves playeras dependen de adecuadas prácticas de manejo del agua para que se mantengan los hábitats que ocupan. La sobreexplotación de los recursos hídricos, el drenaje y la construcción de diques, sumado a las sequías y a malas prácticas agrícolas, ganaderas, forestales y mineras, han alterado ecosistemas clave para aves playeras. En el continente americano los hábitats más afectados por la modificación de la calidad y cantidad de agua han sido las lagunas salinas, humedales de agua dulce, tierras agrícolas inundadas y estuarios.
El cambio climático representa una amenaza capaz de afectar a todos los objetos de conservación del Plan. Para Chile se han descrito factores biofísicos acelerados por el calentamiento global como cambios en el hábitat, alteración de precipitaciones y temperaturas, variaciones en la intensidad y frecuencia de marejadas y otros eventos naturales extremos, acidificación de los océanos, desertificación y desplazamiento de cobertura vegetacional, entre otros.