El tránsito de vehículos motorizados en zonas no habilitadas para ello, como playas, dunas y humedales, afecta de manera severa a las aves playeras y sus hábitats. Las especies migratorias requieren zonas de descanso y alimentación
adecuadas para cumplir sus requerimientos energéticos, mientras que especies residentes hacen uso de estas áreas además para su reproducción. Las motos y vehículos como camionetas, jeeps y otros afectan de manera directa a las aves a través del atropello de individuos adultos, crías o huevos, generando reducción significativa del éxito reproductivo. Asimismo, existen impactos
indirectos sobre las aves playeras ya que huyen y abandonan los sitios perturbados por vehículos, gastando energía y reduciendo el tiempo destinado a otras actividades esenciales como la incubación, la alimentación o el descanso.